lunes, noviembre 13, 2006


Aguas tibias bajo un puente rojo... Así comienza una película. Una mujer que tiene orgasmos tan increíbles que es capaz de inundar habitaciones enteras. Nada tienen que ver, eso creía yo, pero en un momento dado se juntan... El puente rojo y la mujer, quiero decir, y ¡FIU! Algo se crea. Una historia. Así... De repente.

Está lloviendo. Siempre llueve aquí. Mís zapatos húmedos "chof, chof" me delatan a cada pisada. 3 minutos. Aún tengo tiempo de leer otro anuncio. "Chof, chof". No veo bien sin mis gafas. Una niña mira desde la ventanilla. Es mi tren. Otro día más. Hace tiempo que pienso en irme una temporada. Lejos... sin billete de vuelta... ¿Porque no irme a buscar un puente rojo?... ¿Warum?... Así pasó en la historia. Venía a contarte que el hombre decidió irse a un pueblo perdido en busca de un puente rojo y un tesoro que nada tenía que ver con lo que realmente le esperaba... Otro tesoro... Más grande si cabe... La vida... Qué incertidumbre... ¿verdad?... ¡Not funny!

Tampoco necesito tener grandes planes... Solo vivir en un sitio soleado bastaría como plan... pero que digo... nunca tengo esas cosas, aunque me gusta emplear la palabra... Todo el mundo lo hace... ¿qué quieres?. Pero hoy me acuerdo de la lluvia... No. Hoy no. Todavía no. Ahora tengo algo que hacer. Y tú querrías tomarte un café conmigo... Pero llegas tarde... ¡Decidido!. Hoy me quedo. Una calada.

Una niña te enseña su chicle en el metro. Ahora te bajas tú, después lo haré yo. ¡Chof!, ¡chof!, ¡chof!. Pisas un charco y un millón de gotas pegadas a tus zapatos te delatan a los ojos de todo el mundo. Está lloviendo. Siempre llueve aquí. Y el letrero rojo dice que la siguiente es la mía. Las cinco y siete minutos. Y sigue lloviendo.... ¡Cómo llueve!. ¡bip bip!Tu saldo está a punto de agotarse.

Un cortado. S´il vous plaît... ¿es el periódico de hoy?... merci.... Sí... Antes de venir aquí siempre pensé que a estas cosas sería fácil acostumbrarse. Es duro. De un lado para otro. En todos los lugares estoy bien pero nunca me quedo. Y aquí llueve más de la cuenta. No sé cómo no lo ven. Subes las escaleras. Yo bajo por la rampa. ¿Te da tiempo a un café? ... No, claro... Nada te gustaría más, lo recuerdo. Eres lo único que me retiene en ese lluvioso lugar. Quizá yo me tome uno. Miro hacia arriba y enciendo un cigarro. Llegas tarde. Mil perdones. Te estaba esperando. Me gusta el color de esa casa. A tí el olor de mi cigarro. Allí no se ve ni una nube. Aquí está todo mojado.C’est tout. Ce_sont_pas_des_bons_temps, que dijo alguno. Malos tiempos para nosotros. Malos tiempos.

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