Mira como los niños. Con los ojos muy abiertos, como si nunca hubiera visto nada. Se pierde cuando le hablo y nunca encuentra sus cosas. Es maniático y despistado. “¿Has visto el puñetero periódico?” Es muy desordenado. Pierde las llaves a cada momento, encuentras sus gafas en cada rincón. Y se enfurruña, y me desespera. Y entonces le enseño sus gafas, sus llaves, agito el periódico frente a su cara, y entonces él me mira así, como mira él, como los niños, como si nunca hubiera visto nada, como si todo se le hiciera nuevo. Y luego se enfada, se embarulla, me grita, refunfuña, y coge sus llaves, el periódico, las gafas, y se encierra en el estudio, indignado, dejándome a mí ahí parada, atrapada en sus ojos de niño, esos que no han visto aún nada. |
viernes, febrero 01, 2008
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